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27 nov 2011

poética explosión // Poetische Explosion // Poetic explosion

Los límites del arte contemporáneo se encuentran en muchas ocasiones bastante indefinidos, o al menos, según parece, para el común de los mortales. Esto queda demostrado por los múltiples “atentados” involuntarios en los que la obra ha sido destruida, por ejemplo, por la buena voluntad de un trabajador de la limpieza de la sala en la que eran expuestos.
El penúltimo suceso tuvo lugar el pasado mes de septiembre cuando un paquete que se creyó un artefacto explosivo llegó a la Diputación de Badajoz. Después de desalojar el edificio y las calles colindantes, los Técnicos en Desactivación de Explosivos (Tedax) se vieron obligados a abrir el paquete con material explosivo.
Se trataba en realidad de un poema visual, Homo-Consumer,que su creador enviaba para participar en un Premio de Poesía Experimental organizado por esta institución.
La obra contenía un cable y un enchufe en su interior para iluminar una caja que muestra el retrato de un señor trajeado con un carrito de la compra en la cabeza colocado al revés.
El pasado jueves se inauguró la exposición que muestra las 27 obras seleccionadas entre las que se encuentra este poema de  Florentino Puente Vega, que describe así lo sucedido: "una historia surrealista. Me sorprendió la llamada de un inspector muy serio diciéndome que habían utilizado una bomba para abrir el paquete y que mi obra sufrió desperfectos. Contuve mis emociones".
La obra quedó mutilada y en este estado se muestra, y es que el artista opina que de este modo ha adquirido otro valor poético: " El incidente pone de manifiesto que ser vanguardista y arriesgado tiene sus riesgos".
Las  obras seleccionadas para este  X Premio de Poesía Experimental de la Diputación de Badajoz se exponen junto a una antológica sobre los diez años de este certamen en la Sala Vaquero Poblador de esta población extremeña.
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Die Grenzen der zeitgenössischen Kunst sind oft sehr unerklärlich, oder zumindest scheint es, für normale Sterbliche so.
Dies wird durch die vielen unfreiwilligen "Attentaten" nachgewiesen, indem die Arbeiten zerstört worden sind, z. B. durch die Bereitschaft eines Arbeitnehmers einer Reinigungsfirma in den Hallen, in denen sie ausgestellt waren.
Der vorletzte Fall ereignete sich im vergangenen Monat September dieses Jahres in der Diputación de Badajoz (Delegation von Badajoz. Spanien), als ein Paket eingetroffen war und man annahm dass es sich um eine Bombe handelte. Nach der Evakuierung des Gebäudes und der umliegenden Straßen wurden die Bombenentschärfung Techniker (TEDAX) gezwungen, das Paket mit Sprengstoff zu öffnen.

Bei dem Paket handelte es sich allerdings um ein visuelles Gedicht, Homo-Consumer, dies sein Gestalter schickte um an der Veranstaltung, Auszeichnung der Experimentellen Poesie teilzunehmen.

Die Arbeit enthielten ein Kabel und einen Stecker um im Inneren der Schachtel für Beleuchtung zu sorgen. Das Werk zeigt das Porträt eines Mannes mit einem Einkaufswagen falsch herum im Kopf platziert.

Am vergangenen Donnerstag wurde die Ausstellung eröffnet mit 27 auserwählten Werken, auch die des Dichters Florentino Puente Vega der seinen Fall so beschreibt: "Eine surreale Geschichte. Ich wurde von einem sehr ernsten Polizei - Inspektor angerufen, dass eine Bombe verwendet worden war zur Öffnung meines Paketes und meine Arbeit dabei beschädigt wurde. Ich musste mich emotional zurückhalten“.

Die Arbeit wurde verstümmelt und wird in diesem Zustand gezeigt, die Meinung des Künstlers ist: " Der Vorfall zeigt, dass die Avantgarde seine Risiken hat"

Die ausgesuchten Arbeiten für diese 10te - Veranstaltung in der Experimentellen Poesie der Provinz von Badajoz zeigen auch eine Retrospektive der besten Objekte der vergangenen 10 Jahre in der Ausstellungshalle, Vaquero Poblador, in der Extremadura (Spanien).

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21 jun 2010

Terrorismo artístico / Artistic terrorism

Hemos comenzado la semana con la noticia del atentado sufrido por la talla de “Nuestro Padre Jesús del Gran Poder”, una de las imágenes de mayor devoción en la Semana Santa Sevillana. El hecho ha causado gran conmoción entre sus devotos y, por supuesto, entre todos los amantes del arte, ya que el Gran Poder es una talla de gran valor histórico-artístico realizada en 1620 por el gran escultor barroco cordobés Juan de Mesa.
La noche del domingo, tras la celebración de la misa en la basílica, aprovechando el besa-piés tras la misma, un hombre, al parecer con las facultades mentales disminuidas, y diciendo ser un enviado divino, se abalanzó contra la imagen, le rasgó la túnica, le arrancó un brazo y la emprendió a golpes con ella.

Los ataques contra las obras de arte se han producido desde la Antigüedad. Ya en el siglo IV a.C., Eróstrato quemó el templo de Artemisa de Éfeso, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, con el único fin de lograr la celebridad.
La enfermedad mental es uno de los motivos más habituales en este tipo de acciones.
Éste era el caso de Laszlo Toth, el geólogo húngaro que el 21 de mayo de 1972 atentó contra la Pietá de Miguel Ángel. Vestido de esmoquin negro y camisa roja, y camuflado entre la multitud, burló la seguridad y propinó a la escultura quince martillazos antes de ser apresado, mientras repetía: ¡Yo soy Jesucristo! ¡Yo soy Jesucristo y he regresado de la muerte!
Toth le rompió el brazo izquierdo, la nariz, las cejas y la frente a la virgen. Los pedazos esparcidos por el suelo fueron recuperados y se llevó a cabo una delicada restauración. Hasta junio de 1973, trece meses tras el ataque, La Piedad no volvió a ser expuesta.
A partir de ese hecho numerosas grandes obras de arte "se blindaron".

Un caso similar es el de Piero Cannata, con diagnóstico de esquizofrenia, que en 1991, también con un martillo, destrozó el pie izquierdo del David de Miguel Ángel. La restauración costó ¡30 millones de dólares!.
Dos años más tarde atentó contra los frescos de Filippo Lipi en la catedral de Prato y el altar mayor de Santa María delle Carceri de la misma ciudad italiana. Y en 1999, en la Galería Nacional de Arte Contemporáneo de Roma, pintó con un rotulador el cuadro Senderos ondulados, de Pollock.
Los vacíos legales de las leyes italianas impidieron mantener preso al terrorista florentino, aunque desde luego, está fichado en todos los museos y galerías para impedir su entrada.
Cannata ha manifestado que no puede contener los atentados: “Lo volveré a hacer . El arte no existe y pisar al David es como aplastar una vulgar cajetilla de cigarros”.
Otra de las piezas preferidas por los terroristas del arte es la Mona Lisa, que actualmente está protegida con un cristal lo suficientemente fuerte como para soportar un ataque con granadas, ya que ha sido atacada en varias ocasiones e incluso fue robada y recuperada varias veces, la más famosa en 1911 por un italiano que quiso devolverla a su país de origen.
En 1956, Ugo Ungaza Villegas, un inmigrante boliviano de visita en Francia, le tiró una piedra. Ese mismo año, un vándalo intentó rociar de ácido la parte baja de la pintura. En 1974 una mujer en silla de ruedas, molesta por las políticas del museo respecto a las personas discapacitadas, le arrojó una lata de pintura roja cuando la Gioconda era expuesta en el Museo Nacional de Tokyo.
El más reciente fue en agosto de 2009. Una mujer rusa frustrada porque no logró obtener la ciudadanía francesa tiró una taza de té. Gracias al cristal blindado que la protege, la pintura no sufrió ningún daño.

Pero en ocasiones no es el deseo de dañar la obra lo que lleva a la agresión. Es el caso de las debidas al síndrome Stendhal que describe las extrañas reacciones que pueden sufrir algunas personas expuestas a una "sobredosis de belleza".
Tal vez esta fue la razón por la que Rindy Sam , juzgada en Aviñón en 2007, besó con los labios pintados con carmín rojo un cuadro completamente blanco de Cy Twombly expuesto en esa ciudad. En su defensa argumentó que su beso «fue un acto de amor».