Según las últimas investigaciones El Calvario o la Expiración de Cristo de José Ribera, el Españoleto, fue realizado en la ciudad de Nápoles entorno al año 1618 para el Gran Duque de Osuna y virrey de Nápoles, Pedro Téllez Girón, y donado en 1627, por su viuda doña Catalina Enríquez de Rivera, “a modo de homenaje póstumo” por la muerte de su marido, para el altar Mayor de la Colegiata de Osuna.
La pintura realizada al óleo sobre lienzo y de gran formato, representa a Cristo Crucificado en el momento de su expiración.
De pie a su derecha, aparece San Juan representado, como es habitual, como un joven sin barba y vestido con túnica verde, símbolo de la regeneración del alma mediante las buenas obras, y con manto rojo, símbolo de la caridad.
A su lado la madre de Jesús, María. Siguiendo el relato de san Juan, Ribera la representa de pie, en actitud orante, y vestida con los colores tradicionales de la iconografía mariana: Manto azul y túnica roja.
Tras ella otra mujer de la que sólo se deja entrever el rostro y que, según el Evangelio de San Juan, podría ser María de Cleofás (Estaban al mismo tiempo, junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás).
A la izquierda, arrodillada, abrazando la cruz y en ademán de besar lo pies de Cristo, se encuentra María Magadalena, representada con su característica cabellera larga y rubia y vestida con túnica color pardo en alusión a su abandono de su vida adúltera y su retirada del mundo para hacer penitencia.
En contraste con la túnica, lleva un rico manto para indicar la transformación sufrida por María Magdalena. En él predomina el verde, símbolo de redención. El dorado indica que la mujer ha conocido la verdad revelada y el rojo, que se repite en la vestimenta del resto de personajes, además de su simbología de caridad, alude a la Pasión de Cristo.
Al fondo, apenas perceptible, vemos la que podría ser la figura de otra mujer, y que se podría identificar como María Salomé, según el evangelio de san Marcos.
A los pies de la cruz, la calavera hace deferencia al Monte Calvario donde fue crucificado Jesús (Gólgota en hebreo significa calavera). Según la leyenda, la Cruz se apoya sobre los huesos y la calavera de Adán indicando así que mediante la cruz todos los hombres pueden alcanzar la vida eterna. Se establece así una relación entre el pecado original y la muerte redentora de Cristo.
PH: Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Año nº 14, Nº 59, 2006 , págs. 18-39
me encanta aprender contigo. ¿cuántas veces te lo he dicho?
ResponderEliminarUn beso grande
A nosotros nos ocurre lo mismo con tu blog.
ResponderEliminarSiempre nos dejas alucinados.
Un abrazo, Bego