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6 nov 2013

1500 Kunstwerke wieder aufgetaucht /// 1500 obras de arte recuperadas /// 1500 works of art recovered


Zu diesem Zeitpunkt wissen die meisten von euch ohne Zweifel, die absolute Top Nachricht im Kunstsektor: Cornelius Gurlitt , ein alter Mann von 79 Jahren versteckte in seiner vermüllten Wohnung in München 1500 Kunstwerke . Eine Geschichte, die auch ein Krimi sein könnte, und jeden Tag gibt es neue Daten.

Im Frühjahr 2011 nahm die deutsche Polizei einen Mann mit einer großen Menge an Bargeld während einer Zugfahrt aus der Schweiz fest, da die Zollbehörden weitere Bargeldmengen in der Wohnung des Mannes vermuteten, beschlossen die Behörden die Wohnung zu durchsuchen, zur Überraschung der Zollbehörden wurden die Bilder gefunden. 

Die Bilder wurden beschlagnahmt und befinden sich seither bei der Zollbehörde in München unter Verschluss. Kunsthistorikerin Meike Hoffmann wurde für die Aufgabe der Aufklärung der Herkunft und Wert der Werke beauftragt Ein Teil der Werke wurde von den Nazis beschlagnahmt und als sogenannte " entartete Kunst " erklärt, oder jüdischen Sammlern geraubt. 

Der Nationalsozialismus sah die moderne Technik als "entartet" an, und beschuldigte die Künstler im Widerspruch der deutschen Interessen zu handeln. Im Jahr 1937, zum Beispiel, inszenierten die Nazis eine Ausstellung in München , in dem die Werke in einer chaotischen Weise , durch Texte und Verspottung begleitet angezeigt wurden . Auch setzen sie den Preis fest, den die deutsche Behörden vor 1933 für sie bezahlt hatten. Auf diese Weise wollten sie die Meinung der Menschen, die die Folgen des Krieges und die enorme Krise von 1929 gelitten hatten beeinflussen. 

Viele dieser Bilder wurden beschlagnahmt oder zerstört und an Sammlern zu einem Preis weit unter seinem tatsächlichen Wert verkauft. 

Gurlitt Cornelius Vater war ein Kunsthändler während der NS-Zeit und hatte die genehmigte Regelung mit der " entarteten Kunst " zu arbeiten, dass die Behörden aus deutschen Museen 1937 entfernt hatten. Desweiteren hatte er auch einen Pass bekommen, um die Einlagerungen in Berlin, wo Hitlers Offiziere mehr als 20 tausend Stücke aus Museen und öffentlichen Sammlungen beschlagnahmt und angesammelt hatten zu inspizieren und verwalten. Als der Krieg begann, nahm Gurlitt auch den künstlerischen Austausch vor, für ein riesiges Museum, was Hitler in der österreichischen Stadt Linz bauen wollte. Das Führermuseum sollte die größte Kunstsammlung der Welt beherbergen. Offensichtlich ohne die als "entartet" Kunst eingestuften Werke. 

So hatte Gurlitt die Gemälde in den 30er und 40er Jahren erworben. Die Sammlung umfasst Werke von Henri Matisse, Pablo Picasso, Marc Chagall, Emil Nolde, Franz Marc, Max Beckmann und Max Liebermann. Eines ist offenbar ein Werk von Matisse, das einst dem Sammler Paul Rosenberg, dem Großvater von der Französischen Journalistin Anne Sinclair. Rosenberg war gezwungen, seine Sammlung zurück zu lassen, als er ausDeutschland in den späten 30er Jahren floh. 

Offenbar wurden mindestens 200 der Bilder bereits gesucht, da der Diebstahl international gemeldet wurde. 

Seit fünfzig Jahren lebte Cornelius Gurlitt vom sporadischen Verkauf einiger Werke. Aus diesem Grund prüft die deutsche Bundesanwaltschaft das Verbrechen der angeblichen Steuerhinterziehung. 

Obwohl es umstritten sein wird, in der Stunde diesen Menschen zu verurteilen, und dass wir aus irgendeinem Grund, ein halbes Jahrhundert haben warten mussten, bis die Werke wieder an das Tageslicht kamen. Wenn der Vater diese 1500 Gemälde nicht "gerettet" hätte, wo würden diese heute sein? Die Nazis beschlagnahmten rund 20.000 Werke. Was geschah mit ihnen? Welches Ende haben diese genommen?


A estas alturas, la mayor parte de vosotros conoceréis la que sin dudarlo es noticia artística del momento: Cornelius Gurlitt, un anciano de 79 años escondía en su destartalado apartamento de Munich 1500 obras de arte. Una historia que bien podría parecer una novela policíaca y de la que cada día conocemos nuevos datos.

En la primavera de 2011 la policía alemana interceptó al hombre con una gran cantidad de dinero en efectivo durante un viaje en tren desde Suiza, lo que hizo sospechar a las autoridades aduaneras que decidieron inspeccionar la casa donde, para su sorpresa, hallaron los cuadros.

Las pinturas fueron decomisadas y depositadas en un recinto de seguridad de la aduana de Munich. La historiadora de arte Meike Hoffmann fue contratada para la tarea de dilucidar el origen y valor de las obras que, según se ha descubierto, formarían parte de las obras confiscadas por el nazismo al ser declaradas "arte degenerado".

El nazismo catalogaba la mayoría de las obras de arte moderno como "degeneradas" y acusaba a los artistas o bien de ser contrarios a los intereses alemanes, o bien de ser judíos. En 1937, por ejemplo, los nazis montaron una exposición en Munich en las que las obras se mostraban de manera caótica, acompañadas por textos que las ridiculizaban. Además, se ponía el precio que las autoridades alemanas anteriores a 1933 habían pagado por ellas. De esta manera, se buscaba influir sobre la opinión de un pueblo que sufría las consecuencias de la guerra y la tremenda crisis de 1929.

Muchas de esas pinturas fueron confiscadas o destruidas y otras, vendidas a coleccionistas por un precio muy inferior a su valor real. 

El padre de Cornelius Gurlitt fue marchante de arte durante la etapa Nazi y tenía autorización del régimen para trabajar con el "arte degenerado" que las autoridades retiraron de los museos alemanes en 1937. Además contaba un salvoconducto para entrar y salir de los depósitos berlineses, donde los oficiales de Hitler acumularon más de 20 mil piezas requisadas de museos o colecciones públicas. Una vez iniciada la guerra, Gurlitt participó en intercambios artísticos para conformar un inmenso museo que Hitler planeaba construir en la ciudad austriaca de Linz. El Führermuseum iba a albergar la colección de arte más grande del mundo. Obviamente, sin los ejemplares catalogados como “degenerados”.

Así, Gurlitt habría adquirido las pinturas en los años '30 y '40. El lote incluye trabajos de Henri Matisse, Pablo Picasso, Marc Chagall, Emil Nolde, Franz Marc, Max Beckmann y Max Liebermann. Una de ellas es, al parecer, una obra de Matisse que en su momento fue propiedad del coleccionista Paul Rosenberg, abuelo de la periodista francesa Anne Sinclair. Rosenberg fue obligado a dejar su colección cuando huyó de Alemania en la década del los 30. 

Al parecer al menos 200 de los cuadros venían siendo buscados por la justicia ya que el robo había sido denunciado en términos internacionales.

Durante cincuenta años Cornelius Gurlitt vivió la venta esporádica de algunos de ellos. Por este motivo, la Fiscalía Federal alemana está estudiando acusarlo por un presunto delito de evasión fiscal.

Aunque pueda resultar polémico, a la hora de juzgar a este hombre pensamos que habría que tener en cuenta que por los motivos que sean y a pesar de que hayamos tenido que esperar medio siglo, las obras están ahí. Si su padre no hubiese “guardado” esas 1500 pinturas ¿Dónde estarían hoy? Si el nazismo incautó 20000 piezas ¿Qué fue de ellas? ¿Habrían acabado estos cuadros igual?

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